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Pueblo Iskonawa impulsa la iniciativa de convertirse en un Gobierno Autónomo

Los jóvenes de la comunidad indígena Iskonawa, cuyo origen se localiza en la cuenca del río Callería (Ucayali), tiene la iniciativa de unir y fortalecer a este pueblo que cuenta con poco más de un centenar de personas. Ellos buscan impulsar el Gobierno Autónomo de la Nación Iskonawa. 

La comunidad indígena señala que han sufrido grandes pérdidas en su cultura al convivir, desde que hace seis décadas entrasen en contacto, con el pueblo shipibo-konibo mayoritario en la zona. Por ello, quieren fortalecer su identidad como pueblo indígena, hacer respetar sus territorios ancestrales y que su voz sea escuchada ante el Estado. 

Foto: Cedida

El pasado sábado 16 de enero, cerca de 70 iskonawas (se calcula que, en todo el Perú, quedan uno 110 miembros de este pueblo) se reunieron en la comunidad nativa Chachibai, en la cuenca del río Callería para compartir e impulsar la iniciativa de conformar el Gobierno Autónomo de la Nación Iskonawa.

En esta reunión compartieron las dificultades que han enfrentado como la discriminación por ser minoría, sus expresiones culturales relegadas, la migración por falta de oportunidades, así como las enfermedades que los afectaron y causó que su población se redujera. 

Los tres jóvenes que lideran la propuesta son Gésica Pérez, Féliz Ochavano y William Ochavano, quienes vienen cursando estudios universitarios. Ellos señalan que aunque los iskonawas están dispersos, viven en Callería, en Yarinacocha, así como en provincias más lejanas como Atalaya, Nueva Requena y Campo Verde, todos son familia, se conocen y saben las dificultades y necesidades de su pueblo. 

“Queremos tener futuro, ser también presente. El mayor miedo es que muy pronto el Iskonawa esté solo en los libros de Historia, en los escritos de los antropólogos y los lingüistas. Tenemos el deber y la responsabilidad de evitar eso”, dijo William Ochavano al Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), quien ha asumido la vicepresidencia de la organización que recién han conformado. 

Indicaron que en más de seis décadas de contacto, no se han propiciado ni facilitado procesos de autodeterminación y de autogobierno. Asimismo, lamentan que su pueblo no tenga ningún poder de decisión sobre territorios que llevan su nombre. Por esta razón, sienten que se ignoran sus pedidos y no son considerados. 

“Nuestros abuelos han fallecido por las precarias condiciones. Viendo estas carencias, nosotros como pueblo no podemos fingir. Decidimos hacer esta reunión, coordinar y buscar una organización que vele por nuestros derechos”, agregó Félix Ochavano. 

En 1998 el Estado peruano creó la Reserva Territorial Iskonahua, un área para pueblos que se encuentran en situación de aislamiento y contacto inicial (aún existen miembros del pueblo iskonawa en situación de aislamiento en esta reserva). Sin embargo, otro de los principales problemas de esta comunidad es que los iskonawas que están fuera no tienen conocimiento de cómo funciona. Tampoco entienden como tanto ellos como sus familiares directos, tras 60 años de haberse dado contacto, siguen bajo la categorización de ‘contacto inicial’, cuando su realidad ha cambiado. 

Esta tercera generación de iskonawas, como se autodenominan, buscan priorizar la educación con la creación de escuelas para que los niños puedan aprender el idioma, y con la formación de jóvenes profesionales que retornen lo aprendido a su comunidad. Ellos están luchando por fortalecer sus raíces en el futuro, y solo piden tener aliados a la sociedad civil, organizaciones y el propio Estado para que trabajen con ellos. 

 “Ahora solo tenemos tres jóvenes que están estudiando educación, todavía no tenemos profesionales egresados, pero tenemos la perspectiva de ayudar a nuestro pueblo”, menciona Gesica Perez.

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