El mega proyecto Hidrovía Amazónica se ha vuelto una amenaza para las poblaciones indígenas y ribereñas que viven a lo largo de los ríos Huallaga, Marañón, Amazonas y Ucayali, así lo indican dos líderes indígenas de la zona. A ello, se suma la decisión del Ministerio de Transporte al aprobar una adenda del proyecto que pasa de 20 a 23 años el periodo de concesión del proyecto, y duplicando las áreas de dragado de los cuatro ríos sin proceso de consulta previa.
Esto se da, pese a que las poblaciones indígenas amazónicas recurrieron al Poder Judicial para el cumplimiento de la consulta previa en 2015. Y hasta la fecha, la empresa concesionaria no ha levantado las 400 observaciones que tiene en su Estudio de Impacto Ambiental detallado (EIA-d), que contempla 60 observaciones de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), 60 más del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP) y más de 200 observaciones de otras instituciones públicas.
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Al respecto, el líder indígena Alfonso López, indicó que no se puede seguir imponiendo proyectos de gran inversión sin consultar a los pueblos indígenas. “El Convenio 169 señala que si un proyecto afecta al pueblo indígena debe ser consultado, si el Ministerio de Transporte decide ampliar el proyecto, esta adenda debe ser consultada (…)”, señala.
“Con la Hidrovía el Estado peruano no solo está violando nuestro derecho al territorio, sino que está amenazando nuestra vida. No nos han informado hasta la fecha sobre la ampliación del dragado, (…) Mezquinar y amenazar nuestros ríos repite la historia permanente de abuso y violaciones a los pueblos indígenas, lo que pretende hacer el Estado es matar a nuestras próximas generaciones, (…)”., señaló el apu al Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP).
En tanto, el apu Berlín Diques, presidente de la Organización Regional Aidesep Ucayali, indicó que las organizaciones regionales y locales que están dentro del ámbito del proyecto han hecho público su rechazo a la Hidrovía Amazónica.
“No es posible que se amplíe el dragado si el proyecto tiene 400 observaciones, el Ministerio de Transporte no puede seguir con las intenciones de poner en marcha esta mega obra. Nos quieren sorprender aprovechando la situación de la pandemia, nosotros ya tenemos una posición firme: no vamos a aceptar las condiciones o estrategias que emplean las empresas y las instituciones públicas para promover este proyecto, el Estado debe respetar nuestra posición, y no solo es una negación absoluta a la continuidad de este proyecto de parte de las poblaciones indígenas sino de los caseríos que están asentados en todo el recorrido de estos cuatro ríos”, sentenció.
Para Ismael Vega, director del (CAAAP), este anuncio del Gobierno autorizando la ampliación del número de tramos o áreas que serían dragadas como parte del Proyecto Hidrovía Amazónica, constituye un “nuevo atropello al derecho a la consulta a los pueblos indígenas amazónicos, tal como ya lo ha denunciado AIDESEP”.
El director del CAAAP señaló también que aumentar las zonas donde se haría el dragado “es multiplicar los impactos, afectando a más de 400 comunidades de los 14 pueblos indígenas involucrados por el proyecto, que no solo ha sido rechazado por organizaciones de Loreto y Ucayali, sino también se ha exigido su cancelación definitiva y el inicio de un proceso de diálogo en torno a la protección de los ríos y el transporte fluvial.
En tanto, Jorge Abad, director ejecutivo del Centro de Investigación y Tecnología del Agua de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) indica que el sector Transporte debe mejorar estándares y términos de referencia de los proyectos de gran inversión, pues este proyecto pasó de 13 zonas de dragado a 23.
“Es importante entender el río, no puedes venir y decir vamos a dragar por 20 años y en el camino vemos qué pasa, eso no se puede admitir porque los ríos de la Amazonía peruana son muy diversos. Hay que agregar a ello las consecuencias que puede haber a la biodiversidad, es decir a los ríos como hábitat, estos componentes no se han tomado en cuenta a profundidad (…) Por otro lado, el estudio no contempla mediciones del transporte de sedimentos”, advirtió.