La comunidad Weepiu del pueblo Awajún, vive una complicada situación, pues lleva casi tres meses sin poder utilizar el camino que se encuentra dentro de su territorio, debido a que un grupo de personas provenientes de Lambayeque se han apoderado de tres hectáreas de esta zona y han bloqueado, con cercos de alambre y púas, el tránsito de este camino ancestral, ubicado en el distrito de Imaza, provincia de Bagua, en la región Amazonas.
Ante este hecho, se intentó gestionar un habeas corpus para que se utilice nuevamente este camino, no obstante, el juez de primera instancia de Bagua rechazó el requerimiento contra el grupo de invasores, que según un informe del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Prácticas (CAAAP), son dirigidos por Gloria Yaent Tapia Cueva y su esposo.
Foto: CAAAP
“La resolución es improcedente porque el juez dice que no se ha afectado el derecho al libre tránsito, y como es el campo, hay otras vías alternas para llegar a la comunidad. Esto a nosotros nos parece absurdo, porque no se puede emitir una resolución judicial sin conocer el contexto ni la realidad de las comunidades”, indicó el abogado Segundo Herrera del CAAAP en Amazonas.
Por esta situación, se apeló la resolución ante la Sala Penal de Apelaciones de Bagua; sin embargo, para Segundo Herrera el proceso se sigue dilatando, pues tres citaciones fueron reprogramadas porque la parte acusada o no se presentó, o se presentó sin abogado.
“Actualmente ha quedado para realizarse de manera impostergable el 7 de enero. Ese día la sala decidirá, en pocas palabras, si se abre o no el camino”, agregó.
Asimismo, se puso una denuncia contra Gloria Yaent Tapia por usurpación agravada en la Fiscalía Provincial Mixta de Imaza, que ya abrió una investigación penal contra los integrantes de la comunidad de Weepiu. Además, se prepara una acción de amparo para restituir “las tierras que han sido enajenadas a terceros sin conocimiento de la comunidad”, agregó.
En tanto, los miembros de la comunidad Weepiu continúan bordeando la montaña para acceder a sus viviendas, haciendo un tránsito de dos horas por un camino inexistente y poniendo en peligro su integridad física. Incluso, algunos se han arriesgado cruzando el riachuelo ubicado al lado del camino bloqueado, exponiéndose también a ser agredidos, situación que ha sido denunciada con anterioridad.