Perú posee la mayor cantidad de zonas petroleras potenciales (659 937 km2). El 84 % de la amazonía peruana está cubierto por bloques petroleros.
7 de marzo.- Las concesiones para la exploración y extracción de petróleo y gas están proliferando a lo largo de los países de la Amazonía según informa un nuevo atlas completo de la región.
El informe, publicado por 11 organizaciones civiles e institutos de investigación que componen la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG), está basado en una serie de fuentes para calcular la superficie ocupada por la industria del gas y del petróleo en la pluviselva más grande del planeta. Según dicho informe, la superficie bloqueada para concesiones de petróleo y gas alcanza más de un millón de kilómetros cuadrados o el catorce por ciento de la Amazonía. Se han concedido permisos de exploración para 428 473 km2, mientras que las licencias de explotación cubren 40 717 km2.
Perú posee la mayor cantidad de zonas petroleras potenciales por un total de 659 937 km2. En general, el 84 % de la amazonía peruana está cubierto por bloques petroleros. A dicho país lo sigue Colombia (193 414 km2 – 40 % de la amazonía colombiana), Brasil (127 862 km2 – 21 %) y Bolivia (73 215 km2 – 15 %). Guyana, Guayana Francesa y Surinam no tienen ningún bloque petrolero. Ecuador y Venezuela tienen operaciones petroleras activas, pero ningún bloque petrolero de importancia.
La explotación de petróleo y gas en la Amazonía es preocupante debido al impacto ambiental asociado que incluye la construcción de carreteras, la contaminación del agua y del aire, y el desplazamiento de las comunidades que habitan en la pluviselva. Por ejemplo, la extracción de petróleo en la amazonía ecuatoriana ha sido culpada de una cantidad de males sociales y medioambientales, y en la actualidad es motivo de una demanda en dólares multimillonaria iniciada originalmente en nombre de las comunidades que habitan la región. Sin embargo, Ecuador también se destaca por haber ofrecido renunciar a la explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuni siempre y cuando reciba una compensación a cambio. A la fecha, los fondos han alcanzado alrededor de US$300 millones de los 3600 millones que dice necesitar para abandonar la explotación.
El atlas, titulado Amazonía bajo presión, también destaca otros acontecimientos en la Amazonía que incluyen la expansión de la red de carreteras, la creciente frecuencia de incendios, una proliferación de proyectos hidroeléctricos y una explosión de la minería.
Puede descargar el informe de RAISG aquí.
Fuente: Mongabay.